No soy muy amante de los zoológicos Creo que los animales tienen que vivir en su hábitat natural. Tenerlos encerrados en jaulas con burdas imitaciones de naturaleza es simplemente cruel.
Había escuchado hablar del zoológico del Bronx por mis jefes y, según decían ellos, era un lugar que tenía que ir a conocer. Así que organizamos para ir al zoo con Graciela y ella llevó a unos amigos del trabajo.
Nos recibió un camello con cara simpática que descansaba bajo la fresca sombra de unas lonas rojas mientras esperaba pacientemente que algún visitante curioso alquilara un paseo en camello. Tenia cara graciosa y un olor penetrante!
Seguimos el recorrido y por mas que mirábamos con detenimiento, no encontrábamos animales por ningún lado! Era un día domingo soleado de verano, recién pasadito el mediodía. Mi teoría fue que los animales estaban durmiendo la siesta del domingo! La confirmó este oso polar al cual le interrumpieron la siesta las voces fuertes y agudas de unos niños que gritaban para que se despertara...
Escondidas entre los altos pastos, encontramos una familia de jirafas que retozaban bajo el sol de la tarde. Había una jirafa bebe que era absolutamente adorable! Tienen patas muy finas, pero de huesos fuertes para soportar la altura que tienen.
Había una gran cantidad de gorilas! Gorilas bebés que jugaban con sus mamás. Gorilas bebés que jugaban con otros bebés. Gorilas mayores que, claramente, no querían ser molestados. Gorilas traviesos que se balanceaban de las ramas de los arboles. Gorilas curiosos que se acercaban al vidrio de la "jaula" e interactuaban con los muchos visitantes.
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